Principales Conclusiones de la COP27: Avances y Retos

La COP26 del año pasado dejó resultados importantes, como el Pacto Climático de Glasgow, la finalización del Reglamento del Acuerdo de París y la creación de guías para la cooperación internacional en mercados de carbono y la medición de impactos climáticos. Con este telón de fondo, la COP27 asumió el reto de avanzar en la implementación de compromisos, bajo la mirada de los delegados y la presidencia egipcia. 

Pero, ¿cuáles fueron los resultados de esta COP? ¿Qué avances se lograron en la acción climática? ¿Cómo afectarán estos resultados al mercado de carbono? 

A lo largo de este artículo, compartimos los puntos más importantes que deja la COP27, a ojos de nuestros expertos. Analizaremos los progresos que se están consiguiendo en materia de mitigación climática y las medidas adoptadas para ayudar a los países vulnerables a gestionar, minimizar y recuperarse de las pérdidas y daños causados por eventos climáticos extremos. También pondremos el foco sobre las discusiones climáticas llevadas a cabo en la Cumbre del G20, que coincidió con la COP27, así como sobre los principales factores geopolíticos que influyen en la acción climática.  

El Acuerdo de París incluye dos mecanismos basados en estrategias de mercado que los países pueden utilizar para alcanzar sus objetivos climáticos: los artículos 6.2 y 6.4. Aunque las directrices generales se acordaron el año pasado en la COP26 en Glasgow, los detalles técnicos se discutieron en la COP27. Entre las preguntas clave se abordaron estaban: 

¿Deberían incluirse las eliminaciones de carbono bajo el Artículo 6.4? 

¿Deberían permitirse los créditos por evitar emisiones? 

¿Debería ser posible revocar autorizaciones para exportar créditos de carbono? 

Desafortunadamente, estos temas generaron intensos debates entre los delegados, y las decisiones se pospusieron para el próximo año. Sin embargo, se lograron algunos avances en los mercados de carbono, concretamente en lo relativo a los Resultados de Mitigación Transferidos Internacionalmente (ITMOs, por sus siglas en inglés) bajo el Artículo 6.2 y las reglas y procesos del mecanismo del Artículo 6.4

El Artículo 6.2, que regula la cooperación internacional voluntaria para reducir emisiones y cumplir con los objetivos climáticos nacionales, ya está en funcionamiento. En la COP27, aumentó el número de países que poseen acuerdos bilaterales de este tipo para reducir emisiones. 
 
Estos acuerdos permiten a un país (país comprador) apoyar el desarrollo de proyectos climáticos que reducen emisiones en otro país (país anfitrión). El Artículo 6.2 incluye reglas que garantizan la integridad de los ITMOs y evitan que las emisiones reducidas se puedan contabilizar dos veces. Esto se logra al exigir que el país anfitrión del proyecto haga un ajuste en sus propios registros para transferir oficialmente esas reducciones al país comprador. De esta forma se evita que ambos países cuenten las mismas reducciones de emisiones. 
 
Muchas naciones anunciaron en esta COP su intención de colaborar activamente a través de este marco, lo que demuestra que la cooperación bilateral es una opción atractiva para muchos países. Singapur firmó Memorandos de Entendimiento (MOUs) con Perú y Papúa Nueva Guinea, y llegó a un acuerdo con Ghana para colaborar en proyectos de créditos de carbono. Japón también lanzó su Asociación para la Implementación del Artículo 6, con el apoyo de 40 países y 23 instituciones. Este proyecto pretende fomentar el intercambio de información sobre los diferentes mercados de carbono, capacitar a más personas y hacer que estos mercados sean más fiables y seguros. Ghana, por su parte, permitió oficialmente transferir reducciones de emisiones a Suiza, convirtiéndose así en el primer país en poner en marcha un proyecto de este tipo, bajo las directrices del Artículo 6. 

Actualmente, estamos desarrollando proyectos en el marco del Artículo 6.2 dentro del contexto de los acuerdos de cooperación de Suiza con Ghana y Malawi. Estos proyectos incluyen tecnologías como estufas mejoradas y sistemas de biogás de pequeña escala, dirigidos a comunidades rurales en ambos países. Suiza utilizará las reducciones de emisiones generadas para cumplir con una parte de su objetivo de Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC). En un evento paralelo de la COP27, nuestro experto Raphael Eberle participó en un panel donde se presentaron casos de éxito de cooperación bajo el Artículo 6.2, compartiendo la experiencia de nuestro equipo en estos proyectos.

También se lograron avances en la articulación del Artículo 6.4, que reemplazará al Mecanismo de Desarrollo Limpio (CDM), como el mecanismo internacional aprobado por la ONU para la mitigación voluntaria de emisiones de gases de efecto invernadero. Los proyectos y créditos del CDM podrán trasladarse al nuevo sistema. Este nuevo mecanismo introducirá dos tipos de créditos de carbono: los Créditos Autorizados 6.4ER, que podrán venderse como ITMOs a otros países, y los Créditos de Contribución a la Mitigación 6.4ER, que se usarán a nivel nacional para cumplir objetivos climáticos internos. Además, parte de estos créditos se destinará a programas globales para reducir emisiones y adaptarse al cambio climático. 

El Artículo 6.4 contará con un registro centralizado que permitirá rastrear los créditos generados y que estará vinculado con los registros de los ITMOs. Aunque la COP28 está programada para noviembre de 2023 en Dubái, se realizarán varias reuniones técnicas para decidir cómo funcionará este mecanismo. En estas reuniones, se espera definir qué tipos de proyectos serán aceptados, qué métodos podrán usarse y cómo se registrarán los proyectos. 

En resumen, los avances realizados en los mecanismos del Artículo 6.2 y 6.4 fortalecen la integridad ambiental en los mercados de carbono y representan un impulso positivo para avanzar en los esfuerzos de mitigación del cambio climático a nivel global. Para que se implementen con éxito, será necesario trabajar en la formación y el desarrollo de capacidades, sobre todo en los países en desarrollo. Asimismo, el sector privado será un motor clave para desarrollar proyectos que cumplan con los estándares establecidos.

En COP27 también se discutieron otros temas cruciales, más allá de los mercados de carbono, para abordar las causas principales del cambio climático y limitar sus efectos dañinos.

Tras décadas de debates, el tema "pérdidas y daños" fue finalmente incluido en la agenda de la COP. Esto llevó a un acuerdo histórico para establecer un fondo destinado a ayudar a los países más vulnerables frente a las catástrofes climáticas. 

Pese a ser los que más sufren los efectos del cambio climático, los países en desarrollo son los que menos recursos tienen para cubrir los costes de recuperación de los daños que este ocasiona. De ahí que, durante casi 30 años, hayan tenido que estar pidiendo ayuda económica a los países desarrollados. 

Históricamente, las naciones desarrolladas han preferido canalizar estos fondos a través de mecanismos creados para ello, como el Fondo Verde para el Clima, los bancos de desarrollo y la cooperación multilateral. 

Después de intensas discusiones sobre pérdidas y daños, y a pesar del riesgo de un bloqueo en las conversaciones, se alcanzó un acuerdo para crear un fondo destinado a este propósito. Los detalles sobre quién financiará y quién recibirá el apoyo se definirán en la COP28, pero este es, sin duda, un avance muy positivo.

Aunque el progreso fue más lento de lo que muchos esperaban, la COP27 logró avances significativos. 

La COP27 reafirmó el compromiso de limitar el calentamiento global a 1,5 °C, destacando nuevamente la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante, entre otras medidas, la transición a alternativas de bajas emisiones y energías renovables. Sin embargo, las propuestas para establecer objetivos más ambiciosos no prosperaron. Por ejemplo, la UE insistió en fijar un objetivo para alcanzar el pico de emisiones de carbono en 2025, pero no se llegó a un consenso. Aun así, la UE promete reforzar sus objetivos antes de la COP28. 

Durante la COP27, algunos países anunciaron nuevos pasos en sus compromisos climáticos. Turquía actualizó sus metas climáticas e India presentó por primera vez su plan para alcanzar la neutralidad de carbono en 2070. Esto significa un gran paso adelante, ya que India era la única de las cinco economías más grandes del mundo que aún no había presentado un plan de este tipo. 

En la COP26, todos los países se comprometieron a revisar y mejorar sus metas para 2030 incluidas en sus NDC para cumplir con el Acuerdo de París. Eso sí, desde entonces, solo unos 30 países lo han hecho. Por esta razón, en la COP27 se instó a las demás naciones a actualizar y fortalecer sus objetivos climáticos para 2030 antes de que termine 2023. Además, de cara a la COP28, se les pidió que presentaran estrategias claras para alcanzar la neutralidad de carbono hacia mediados de siglo. 

Uno de los avances más importantes de la conferencia fue el inicio del Programa de Trabajo sobre Mitigación, que busca aumentar los esfuerzos para reducir emisiones y llevar a cabo acciones climáticas en todo el mundo. Este programa, que incluye reuniones internacionales para compartir ideas, comenzará a funcionar de inmediato. 

Además, el Grupo de Expertos de Alto Nivel de la ONU sobre Cero Neto publicó su informe titulado "La integridad importa: Compromisos de Cero Neto por Empresas, Instituciones Financieras, Ciudades y Regiones". Este informe ofrece recomendaciones para establecer compromisos para lograr la neutralidad de carbono creíbles con el objetivo de fortalecer la credibilidad de las iniciativas climáticas. 

Mientras se desarrollaba la COP27, el G20 celebró su cumbre anual en Bali, donde se tomaron decisiones importantes para la reducción de emisiones. Joe Biden, presidente de Estados Unidos, y Xi Jinping, líder de China, acordaron reactivar su cooperación en temas climáticos después de un periodo de tensiones políticas y económicas que habían detenido los avances. Algo de vital importancia, ya que ambos países son los mayores emisores de gases contaminantes del planeta, y su cooperación envía un mensaje claro de compromiso global. Además, este acuerdo ayudó a reactivar algunas conversaciones que estaban estancadas en la COP27. 

A pesar de mantener el compromiso de la COP26 para "reducir gradualmente el uso del carbón no mitigado y los subsidios ineficientes a combustibles fósiles", y de insistir en la importancia de reducir emisiones y fomentar las energías renovables, no hubo grandes avances en esta discusión. 

Se solicitó a los gobiernos que aceleraran sus esfuerzos para reducir progresivamente el uso de carbón sin mitigar y eliminar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles. Sin embargo, no se incluyó ninguna mención a la eliminación completa de los combustibles fósiles. A pesar de la insistencia de India en este asunto, las negociaciones se enrocaron ya que cada país tiene una visión diferente sobre cómo se debe abordar esta transición de manera práctica y efectiva.

Durante la COP27, el Plan de Implementación de Sharm el-Sheikh incluyó, por primera vez, una referencia a las "soluciones verdes". Estas hacen referencia a aquellas medidas que restauran, protegen o gestionan los ecosistemas de manera sostenible para hacer frente a desafíos medioambientales y sociales. En consonancia con lo indicado en el Artículo 5 del Acuerdo de París, este plan alienta a los países a utilizar estas soluciones como parte de sus estrategias climáticas. Es importante destacar que la UNEA subrayó que dichas soluciones deben garantizar la protección de las comunidades locales y los derechos de los pueblos indígenas.

La COP27 se celebró en medio de un panorama geopolítico incierto y cambiante, lo que impactó las negociaciones y los objetivos climáticos. Este contexto influyó en los diálogos, las metas y los logros alcanzados durante la conferencia. 

El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania sigue intensificándose, y durante la COP27 adquirió mayor importancia tras el impacto de un misil en Polonia que provocó dos víctimas mortales. Este conflicto, además de sus devastadoras consecuencias humanas y políticas, tiene un impacto notable en el clima, ya que afecta los suministros globales de energía y alimentos. Al mismo tiempo, como cualquier guerra, genera cantidades significativas de emisiones de GEI, tal y como apunta un artículo de la BBC. Las complicadas circunstancias económicas derivadas de este conflicto también han llevado a varios países a desacelerar su transición energética. 

 

Apenas unas semanas antes de la COP27, Brasil celebró elecciones con importantes implicaciones climáticas. Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente y presidente electo, venció a Jair Bolsonaro, con la transición de poder prevista para enero de 2023. En la COP27, Lula fue aclamado por su compromiso de frenar la deforestación acelerada bajo el mandato de su predecesor y conservar los biomas ricos del país. Su historial respalda estas promesas: durante sus mandatos anteriores, la deforestación cayó un 43,7% en su primer periodo y un 52,3% en el segundo. Como guardián de la Amazonía, el presidente de Brasil tiene una responsabilidad crucial en la lucha global contra el cambio climático, lo que otorga relevancia global a estas elecciones, especialmente en el contexto de una COP que enfatizó el papel de las soluciones verdes para abordar el cambio climático. 

Aunque los líderes globales están desarrollando soluciones climáticas a escala internacional, las organizaciones juegan un papel crucial en el objetivo de 1,5°C. Medidas firmes para disminuir sus emisiones y el apoyo a proyectos que faciliten la adaptación de los países más vulnerables al cambio climático son formas directas de contribuir a los objetivos de la COP. 

Existen varios marcos y programas, como RE100 y la iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi), que ofrecen a las organizaciones herramientas para fijar metas claras y estrategias prácticas para alcanzarlas. Estas estrategias incluyen medidas como sustituir combustibles fósiles por energía renovable en las instalaciones, usar biocombustibles procedentes de residuos para el transporte y establecer criterios climáticos para sus proveedores e incentivar así la descarbonización en toda la cadena de valor. Además, las organizaciones pueden invertir en proyectos climáticos que reduzcan emisiones y fomenten el desarrollo sostenible. Los proyectos verdes, como la restauración de humedales o bosques, también refuerzan la capacidad del planeta para hacer frente a desastres climáticos como inundaciones y huracanes. 

Como líder global en soluciones sostenibles basadas en estrategias de mercado, ofrecemos a las organizaciones las herramientas necesarias para descarbonizarse y alcanzar sus objetivos climáticos. Tanto si su empresa busca cumplir con compromisos SBTi o como si el objetivo es alcanzar la neutralidad de carbono podemos proporcionarle acceso a energías renovables, biocombustibles, créditos de carbono y asesoramiento experto en mercados. 

También ofrecemos desarrollo de proyectos climáticos, brindando a las organizaciones la oportunidad de diseñar sus propios proyectos ambientales para alcanzar los objetivos de sostenibilidad que estas mismas se marquen, asegurando total transparencia en sus adquisiciones de créditos de carbono. 
 

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